► 31 DE OCTUBRE DIA DE LA REFORMA PROTESTANTE

DE LUTERO A BACH

por Eduardo E. Cavallo

Se considera la fecha del 31 de octubre de 1517 como el día del nacimiento del protestantismo luterano, fecha en la que Lutero clavó en la puerta de la Iglesia de Todos los Santos, en Wittenberg,  las 95 tesis sobre el valor de las indulgencias. A partir de esa fecha otros movimientos reformadores como el iniciado por Juan Calvino, se diferenciaron por razones teológicas, geográficas y personales. La música en la liturgia fue uno de los factores de diferenciación muy marcados. He aquí sus razones.

Martín Lutero	Bernhard Schlink	Juan Calvino

En 1995 visitó el país el escritor (y jurista) alemán Bernhard Schlink. Quizás no nos sea muy conocido por sus libros, pero el año pasado pudimos ver y admirar el film El Lector (The Reader) que está basado en una de sus novelas parcialmente autobiográfica (Der Vorleser). 

Schlink estuvo ese año en la Feria del Libro y una parte de su exposición me llamó la atención, debido a que habló de la relación con sus padres y con la religión. Esta es parte del artículo publicado en La Nación:  Preguntado sobre el valor de los ritos en su escritura y en su vida, Schlink dijo que en él su madre, calvinista, influyó más que su padre, luterano. Dijo que para los luteranos uno peca y después se redime, pero calificó a los calvinistas como los judíos dentro de los protestantes, que se torturan con el peso de sus pecados. «Crecí con muchos ritos y a mí me gustan», dijo indicando que las iglesias son un espacio del mundo en el que ha crecido y se siente bien. Le gusta ir a un lugar donde conoce a todos, donde le gusta el canto y disfruta de la atmósfera de algunas oraciones. Reconoció que si se le pregunta si cree en Dios, no podría dar una buena respuesta, pero de alguna manera cree en la iglesia, en ese espacio común. Y aludió luego a ritos diarios que enriquecen, como leer o cantar juntos, antes que sólo levantarse o comer. Y lamentó no dar una respuesta más filosófica.

Padre luterano y madre calvinista! Me hizo gracia la definición tan sintética de las diferencias entre las dos grandes ramas nacidas del la reforma protestante. No sé si esa caracterización está bien fundamentada, pero sé que hay también una gran diferencia entre ellas con relación a la música. Lutero amaba la música y Calvino desconfiaba de ella. Como músico me siento más atraído a Lutero que a Calvino, en lo musical y en lo teólógico, pero no dejo de ver las razones que impulsaban a Calvino. La música puede seducirnos y es un hecho que se la utiliza para estimular o promover sentimientos, en propagandas, en filmes, en himnos, patrióticos o religiosos. Los músicos también fueron considerados peligrosos, por algo los organistas estaban ocultos a la vista de las congregaciones. La música no debe desviar la atención de los fieles del sentido profundo de la Palabra.

Lutero por otra parte gozaba de la música, era también intérprete y compositor. Compuso entre otros, el gran coral Castillo Fuerte es nuestro Dios (Ein feste Burg ist unser Gott).  Sabemos que escribió también una bella oda a la música y  aunque la traducción que publico  le ha hecho perder la rima, conserva intacto el aprecio que sentía el reformador por este arte.

ODA A LA MÚSICA

de Martín Lutero

De todos los terrenos placeres, el mejor. No hay Don tan delicado Como el que yo doy con mi cantar Y con el suave tañer. Allí donde cantan juntos los amigos No puede reinar malvada intención Ni riñas, ni ira, ni odio subsisten Pues del corazón huye el pesar. Codicia, amargura y cargas mil Con la tristeza se van. Todos pueden este arte disfrutar Pues no hay pecado en él. Antes bien a Dios Agrada más Este que otro mundano placer La obra del diablo destruye Y de homicidios preserva. Vedlo así en el rey David Quien con su suave tañer Calmó muchas veces la ira de Saúl Y con su arpa se libró de la muerte.

Al corazón aquieta y prepara Para oír de Dios la Palabra y verdad Así lo confesó Eliseo Al hallar al Espíritu tañendo. Mía es del año la estación mejor Cuando cantan los pájaros amados Cielo y tierra de ellos están Y sus trinos resuenan por doquier. El amado ruiseñor a la cabeza A todos dondequiera alegra Gracias siempre hemos de darle Por su agradable cantar. Y aun a Dios, el Señor, más gratitud debemos por haberlo creado Para ser el cantor ejemplar Y virtuoso musical Es a Él a quien alaba incansable Con sus cantos y danzas, noche y día Y a Él también honra y alaba mi cantar En gratitud eternal.

Otra diferencia entre ambas ramas fue lógicamente el desarrollo musical en la Iglesia. En los países calvinistas fue relativamente austero y en los luteranos, se desarrolló el gran arte del coral, de la música para órgano y de las cantatas religiosas. La culminación de ese proceso fue sin duda Juan Sebastián Bach. Bach nació en 1695, en Eisenach, pueblo ubicado en Sajonia, el corazón geográfico de la reforma luterna. A unos pocos kilómetros se encuentra el castillo Wartburg donde Lutero estuvo oculto por un año para evitar ser apresado. Allí encaró la formidable empresa de traducir la Biblia al alemán.  Bach fue un luterano convencido y podemos decir que le obsequió a Lutero una de sus más grandes cantatas, justamente, la número 80 basada en el gran coral Castillo Fuerte es Nuestro Dios.

TODAS LAS CANTATAS TODAS

Hace unos años encontrar una partitura de las cantatas de Bach era una verdadera hazaña. Hoy gracias a Internet podemos encontrarlas y bajarlas todas. Esta es la dirección:  http://www.bach-cantatas.com/IndexScores.htm

LA CANTATA «EIN FESTE BURG»

Aquí en mi blog puedes bajarte la partitura a voces y acompañamiento de piano de la cantata 80:  BWV080-V&P

En YOUTUBE puedes ver y escuchar toda la cantata. Todos los números son fantásticos, pero me quedo con el número 2, para bajo y soprano solistas. Los instrumentos marcan un ritmo enérgico, áspero, enervante, mientras el bajo solista transpira una difisilísma parte, donde apenas puede respirar, cual Martín Lutero atormentado por las dificultades que lo acechan. Mas la soprano canta la melodía del coral, como un  cantus firmus, recordándonos  que pese a todo y sobre los vaivenes,  desmanes y poderes del mundo, la Palabra de Dios permanece.

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